Hoy no voy a hablar sobre mí, porque claro, me da miedo saber de mí. Me da miedo que sepas de mí, podrías lastimarme. Que suceptible soy!, si claro. Hoy no voy a hablar de mí, hoy voy a dejar que me adivines, que me inventes, que imagines otra yo. No te asustes, al principio parece dificil, pero después te das cuenta de que es mucho más simple de lo que creés. Ah, por si no te diste cuenta, soy bastante complicada. Por eso, te dejo que me inventes, a ver si de tu imaginación sale algo mejor de lo que soy o puedo ser. Antes de que lo hagas, voy a darte algunas indicaciones acerca de cómo quiero ser y cómo no: no quiero tener miedo, quiero poder conocer los límites, quiero querer que me quieras, no quiero ser tan cuidadosa con mi corazón, quiero ser insensible, no quiero saber lo que es llorar, quiero vivir sonriendo, no quiero hacer que te alejes mí, quiero hacerte bien, no quiero que me llames por mi nombre, quiero que me conozcas, no quiero conocerme, quiero que me inventes, no quiero que me lo cuentes.
Bien, ahora puedes dejar volar tu imaginación. Creame, y por supuesto, no me hagas a tu semejanza, no quiero ser como vos, no gracias. Yo sonrío un poco más. Así estoy bien, bueno no tanto. Estoy esperando, mientras voy a cerrar los ojos e imaginar que realmente puedes hacerlo, imaginar que estas conmigo, y no en el cielo. Voy a imaginarte mi amor, y perdona si te pido cosas que no puedes hacer, si te pido que me inventes es porque te pido que me lleves con vos! Dame alas, un sueño y algún que otro ángel que venga a buscarme.
¿Acaso sabes cuánto te extraño?
Bueno, no tanto.
{no creas todo lo que digo}
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