Un día como hoy, decidiste alejarte. Te fuiste y la dejaste, ella no sabía como seguir. Ella no hacía mas que seguir tus pasos, tus palabras la guiaban. Pero alguien te vino a bucar, y sin preguntar la abandonaste, te fuiste lejos, donde ella pudiese verte. Se sintió perdida, y hasta creyó no poder seguir. Pero algo le decía que se mantuviera despierta, y así lo hizo. Claro que no volvió a ser la misma, nadie la reconocía, ella había olvidado tantas cosas!. Cambió, y a veces no se reconocía. Incoroporó el arte de destruir cosas, por miedo a sufrir. Nunca más volvió a pertenecer, y el tiempo pasó.
Un día como hoy, él apareció. Totalmente diferente a ella, un tanto más fuerte y dulce. Se acercó a ella, lo había asombrado la mirada que aquella chica. Pero ella notó algo en él, algo que nunca había notado en nadie, y claro, se asustó. Y lo alejó, pero él tan fuerte nunca se rindió. Y la esperó, y la entendió, nunca la perdió. Ella sin darse cuenta, aprendió a vivir de nuevo, gracias a él. Gracias a su gracia, a su manera de ver las cosas, de sentirla, de apoyarla, de quererla. Se sintió tan segura, y sin decirlo, sin ser tan ovbia, fue ella quien se acercó a él. Él la esperaba.
Y ahí estan, ellos juntos. Aprendiendo a vivir.

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