Ya ni siquiera sé como comenzó, como te encontré o si me encontraste; o si de casualidad me preguntaste la hora y yo, atontada, te miré. Fue hace algún tiempo atrás, yo estaba inundada en boludeces, no sabía bien para donde ir, caminaba sin mirar, escuchaba cosas sin sentido y me parecía que todo estaba bien. Nada estaba bien. Todo estaba normal, y yo lo notaba. Pero ¿para qué preocuparme?, claro así era yo, nada debía preocuparme, o molestarme demasiado para agradarme. Si algo no andaba bien, enseguida daba media vuelta y buscaba la forma de alejarme por completo e imaginar que todo eso que me desagradaba nunca había existido. Así todo era mas fácil, hasta algunos me preguntaban ¿cómo haces para estar siempre tan contenta?, y yo creía que me salía naturalmente; también solían acusarme de positivista, o de despreocupada, yo creía que envidiaban mi poder para minimizar las cosas que molestan, que engreída.
Imagínense, una vida normal, ni altos ni bajos, con lo suficiente para hacer, ni mucho ni poco, donde todo parecía estar bien y estaba dispuesta a todo y para todos: una vida perfecta. Si, como no. Yo creía lo mismo. De todas formas, no se sentía bien; directamente, no se sentía.
Así iba yo por la vida, nadie me decía nada, todo andaba como yo quería. Perfecto. No entendía como había personas que se preocupaban por cosas tan, tan insignificantes para mi (para mi), me parecía que los que se preocupaban era porque pretendían auto arruinarse el día. Que manera de perder el tiempo, pensaba.
Y claro, nunca pude tener una relación seria, porque todo me parecía tan estúpido, tan aburrido, tan fingido, que terminaba por cansarme, no les encontraba sentido. Además no quería encontrarme con todos esos conflictos de relaciones hombre-mujer que te complican la existencia, que si él te engaño, que no te llama, que si no viene vos no vas, pelotudeces.
Y vuelvo al principio, no sé bien como fue, pero te encontré. Estabas ahí, parado y no sé si mirando o esperándome (supongo que no, aunque a veces me gusta imaginar que inconscientemente nos estábamos esperando). Te vi.
Supongo que fuiste alguien más, no me acuerdo bien, pero me llamabas la atención. Cosa que no sucedía muy a menudo, si todo era igual. Eras diferente, mirabas diferente, caminabas diferente, y cuando te hablé, hablabas diferente. Diferente al resto, que para mí eran todos iguales, montoncito de personas con poca importancia. Y voy a aceptarlo, me gustaste. No sé si yo sabía que me gustabas, pero ahora sé que era así.
Empecé mal, te buscaba, te quería para mí, creía que te conocía (y en realidad lo único que sabía era tu nombre, que te gustaba Nirvana y Soda Estereo, y que tu hermana tenía mi edad), no podía esperar, te quería conmigo, como fuese, bien o mal, cerca o lejos, caprichosa por naturaleza quería todo ya. Y lo conseguí, pero todo así no más. A vos tampoco te importaba demasiado.
Que tarada.
Por supuesto, me molestaban tantas cosas de vos, pero yo me reía, lo que me molestaba ni lo miraba, si te le hacías el vivo a otra yo me moría de bronca, pero me hacía la que no importaba, ¿Para que hacer tanto problema? No, eso de los problemas a mi no me iba. Me acuerdo que peleábamos continuamente, yo quería todo como yo lo pensaba, era indiscutible, era una genia (sí, como no). Vos también tenias lo tuyo eh, eras medio pelotudaso. Igual eras el único que, a veces, me hacía pensar. Obviamente, nos alejamos.
Yo seguí con la mía, vos vivías la tuya. No te olvidaba, pero ya no me molestaba que estés con alguien, o que hagas algo, me daba lo mismo (como siempre), ya ni nos hablábamos. Pero yo te seguía, me acuerdo que te seguía pensando, me habías llamado la atención, casi que mi inconsciente te nombraba todo el tiempo, durante 7 meses miré fotos tuyas, sin decirte una sola palabra, durante 7 meses te crucé por ahí, vos no me veías. Hasta incluso una vez, fui a verte a la salida de un recital que habías ido a ver. Yo estaba de novia, no me importaba, te había ido a ver igual. Saliste, te vi, me quede callada y vos no me viste. Me acuerdo que una amiga me dijo: ¡Ahí esta¡ ¿le grito? ¡No! Le dije yo, “miralo esta riéndose. Que lindo.”
Sí, que extraño. Ya no actuaba como lo hubiese hecho unos meses atrás, haciendo un escándalo para que me vieras, y nada. Me quedé callada mirándote, fueron unos segundos. Después me di cuenta, de que era algo raro, algo había, y le decía a mis amigas “ya van a ver, yo voy a estar con el algún día, mucho tiempo”. Deliraba.
Paso algún tiempo, meses. Yo había cambiado, casi sin darme cuenta. Quería hablarte, pero no iba a hacerlo. No te iba a molestar. Un día, de la nada, hablamos (chateamos): 5 palabras. No se si fueron suficientes, pero a mi me pareció que no hablábamos para nada. Si nos hablábamos era porque queríamos algo, sí, yo ya sabia que quería algo, pero no sabia que. A lo mejor vos si. Nos hablábamos, poco pero nos hablábamos.
Un día me contaste algo importante, algo que te estaba pasando. Peleabas con tu mama, me acuerdo. Me dijiste que te gustaría estar conmigo en ese momento, yo estaba enferma y era tarde. De lo contrario me hubiese encontrado con vos. Estoy segura. Fue lindo haber hablado ese día con vos, yo tenía un poco de miedo de que todo quedase ahí, pero no estaba segura de que así fuese.
No se como ni porque, un día te escribí algo, y te lo mandé por mail. Decía algo que fue lo mas cierto que dije en mi vida. Yo no iba a molestarte, ni rogarte, simplemente iba a quedarme a tu lado, sin que te dieses cuenta, esperándote, esperando que reacciones, o no, pero que mientras, yo iba a hacer mi vida, era obvio que hiciese lo que hiciese siempre ibas a estar en el medio, yo te ponía al medio de todo, y no me molestaba. Sentía que algo tenía que pasar, fue raro.
Pasaron unos días, no muchos. Nos encontramos, me buscaste a la salida de un boliche, estaba helado, estábamos helados. Hablamos, poco, casi nada. Igual, yo te miraba y sonreía. Vos parecía que te morías de vergüenza.
Me acompañaste a buscar un remis, y cada uno se fue a su casa (en realidad, yo a la de una amiga). Cuando llegue, tenia un mensaje tuyo, decía algo lindo, no me acuerdo muy bien que, pero querías verme de nuevo. Yo te respondí y te dije que me gustaba estar con vos, que había sido lindo, en silencio o hablando. No se que paso en el medio, y un par de días después nos vimos.
No se en que momento paso todo, pero estábamos de la mano, sentados. Lo de la mano no era intencional, la excusa era que yo tenía frio. Que graciosos.
Yo me tenía que ir, nos despedíamos. Te di un beso en el cachete. Me agarraste la mano, me acerque, nos abrazamos, y nos besamos. Fue tierno. Gracioso. Lindo. Raro. Rápido.
Fue uno de esos días que uno después lo pone en la bolsa de los días mas lindos de tu vida, de ahí en mas no deje de verte. Al principio era todo medio frio, pero no tanto.
Te empezaba a querer, ya sentía lo que era extrañarte.
Hoy hace 8 meces y algo, que estamos juntos mi amor. Y no me arrepiento de nada, ni siquiera de haber sido una estúpida al principio. Porque asi y todo, estoy con vos. Y soy, y quiero ser la mujer mas feliz del mundo al lado tuyo.
Seamos felices.
Y ya te extraño mucho, asi que te voy a llamar (corro a llamarte!)
ME FUI.
Hace 1 mes
6 comentarios:
:')
increible
realmente no tengo palabras, es hermoso
tengo un comienzo de nudo en el estomago i una lagrima emocionada ke se keda en potencial.,
pero es mui mui bonito
ke weno ke aun keden personas asi xD
mui mui linda entrada te felicito ^^
sean felices, si.
te qiero mucho y extraño hablar con vos :(
Empalagante.
Pero lindo.
Ja, si me llamo William.
Es una historia muy gay la de mi nombre, algun dia te la cuento.
Abrazo. Chaito!
Un beso liindas fotos!
wow
que buena historia
i cobra mayor intensidad si es real
..que genial
=)
un abrazo.
Gracias por el comentario.
Ultimamente tengo ganas de escribir mis ideas locas, si a los que los leen les gusta, mejor :)
Un beso!
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